El Mont Blanc ha perdido más de dos metros en dos años.
Si bien es cierto que la altitud de la montaña más alta de Europa Occidental, el Mont Blanc, fluctúa de forma natural en función de los vientos y las nevadas en su cima, su caída en los últimos 10 años podría ser un indicador del calentamiento global.
El Mont Blanc, el pico más alto de los Alpes y de Europa Occidental, se midió a mediados de septiembre a 4.805,59 metros, lo que supone un descenso de más de dos metros en dos años respecto a las últimas mediciones, anunciaron este jueves expertos de la Alta Saboya.
Las mediciones pasadas también muestran que el Mont Blanc ha perdido varios metros en los últimos años: 4.808,72 m en 2017, 4.806,03 m en 2019, y 4.807,81 m en 2021. Las cifras varían de un año a otro debido al tamaño de la capa de nieve que cubre el Mont Blanc. La propia cumbre rocosa alcanza una altura de 4.792 metros y sólo se desplaza unos milímetros debido a los movimientos de placas.
Variabilidad natural o calentamiento global
El proceso de medición se lleva a cabo cada dos años desde 2001. Para ello, un equipo de topógrafos, científicos y deportistas escalan la montaña. Este año, unas 20 personas, entre ellas el exbiatleta Martin Fourcade y la alpinista Liv Sansoz, hicieron la ascensión entre el 14 y el 16 de septiembre.
"La variabilidad del Mont Blanc entre los 4.806 metros y los 4.811 metros siempre ha existido. Todos los casquetes glaciares tienen una variabilidad estacional natural que depende de las precipitaciones y los vientos", explica a franceinfo Ludovic Ravanel, director de investigación del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Chambéry y geomorfólogo. "Las precipitaciones y el viento influyen en el espesor de la llamada nieve eterna", añade Luc Moreau, glaciólogo del laboratorio Edytem de Chamonix.
Luc Moreau advierte que estos datos sólo ofrecen "una indicación del cambio climático, pero no pueden interpretarse como su resultado". Pero "dada la falta de precipitaciones en los dos últimos inviernos y las dos olas de calor de 2022 y 2023, la altitud medida corresponde al clima que hemos tenido en los dos últimos años. Es coherente con una sequía que también es consecuencia del calentamiento global en Europa, sobre todo en los Alpes", prosigue.
"Ahora tendremos que vigilar si la tendencia a la baja de la altitud del Mont Blanc se confirma en los próximos años o si, dentro de dos o cuatro años, la cumbre ha vuelto a subir. Pero tenemos la sensación de que el espesor del hielo empieza a disminuir", reconoce el geomorfólogo Ludovic Ravanel. "A nivel alpino, vamos a perder entre el 85% y el 99% del volumen de los glaciares de aquí a finales de siglo", advierte. Y el Mont Blanc también se verá afectado.¿Cómo se mide el Mont Blanc?
La expedición partió de Chamonix el 14 de septiembre con tres dispositivos GPS en los bolsillos. El primero mide la arista de la cumbre del Mont Blanc para determinar su punto más alto. Un segundo GPS, estacionario en la cima, realiza mediciones cuyos datos fueron posteriormente depurados con precisión centimétrica por el Instituto Geográfico Nacional francés (IGN). Una tercera unidad GPS móvil sondea la cumbre para tomar medidas de la capa de hielo.
El GPS puede proporcionar datos precisos en sólo dos horas. Según Denis Borrel, topógrafo y presidente de la comisión para medir el Mont Blanc en 2023, no sería posible recoger estos datos sin estas nuevas tecnologías, porque habría que permanecer más tiempo en la cumbre, soportando el frío extremo (entre -10 y -30°C).
Si bien la llegada en la cima "es emocionante", "hay que trabajar rápido para hacer las mediciones", precisa. "Estamos allí un tiempo determinado y tenemos que realizar toda una batería de mediciones, teniendo en cuenta que estamos sometidos a hipoxia a esta altitud: hay un 30% menos de oxígeno, por lo que nuestros reflejos y nuestro pensamiento se ven afectados", detalla.
Por primera vez, este año los expertos llevaron consigo un dron para realizar mediciones aéreas y obtener un modelo en 3D del casquete de la cima del Mont Blanc. Gracias al dron, en el futuro los expertos también podrán analizar los cambios en el volumen de nieve bajo la cumbre.
El entrenamiento físico y la preparación del material no son suficientes para el éxito de una expedición. Las condiciones meteorológicas, a veces imprevisibles, pueden reducir el tiempo de permanencia en la cumbre del Mont Blanc. Afortunadamente, esta expedición de septiembre se desarrolló en condiciones meteorológicas ideales. Los 22 participantes pudieron permanecer en la cumbre hasta dos horas y media.Antes de la puesta en marcha de estas expediciones en 2001, hacía 40 años que no se realizaban mediciones en el Mont Blanc.
El desarrollo y la intensificación de las expediciones a partir de 2001 se explican, sobre todo, por la creciente concienciación sobre el calentamiento global.
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