Otro naufragio que conmociona a Europa.
Ha rescatado 106 vida, de 400 que iban a bordo del pesquero, que entidades que colaboran con personas en situaciones como estas, creen que son mas 700
Al menos 80 cuerpos recuperados por los equipos de rescate en aguas del mar Jónico, en el Mediterráneo oriental, vuelve a conmocionar a Grecia y Europa, pero aún se desconoce el alcance de la que ya es la tragedia migratoria más grande que se registra en el país heleno.
Las primeras informaciones hablan de al menos 400 migrantes a bordo del pesquero naufragado, aunque la organización Alarm Phone cree que el barco hundido transportaba a 750 personas con las que se perdió el contacto anoche (martes), tras solicitar auxilio.
Por el momento solo se ha rescatado con vida a 106 personas, todos hombres mayores de edad y, según informa Associated Press, son procedentes de Egipto, Pakistán, Siria y Palestina.
El naufragio vuelve a recordar la falta de vías legales y seguras para migrar o buscar protección internacional en Europa. Se trata de una tragedia, en principio, de mayores proporciones que la registrada el pasado febrero frente a las costas de Cutro, en la región italiana de Catania. Entonces fueron al menos 94 las víctimas mortales, entre ellas varios niños de muy corta edad, cuando una embarcación sobrecargada chocó contra una roca a poca distancia de la costa.
Falta de asistencia y rescate
En aquel momento se levantó una gran tormenta política contra el Gobierno ultraderechista de Italia, al que se acusó de no haber puesto en marcha un operativo de rescate adecuado pese a conocer la situación del barco con horas de antelación.
En el caso del naufragio de este miércoles, autoridades griegas indican que recibieron información sobre el pesquero la noche anterior a la tragedia, aunque aseguran que sus ocupantes rechazaron la asistencia que se les ofreció en varias ocasiones, pues los migrantes querían continuar su travesía hasta las costas italianas.apoyado por Italia, principal receptor de migrantes de Europa, que ha vuelto a resucitar su guerra contra las ONG de rescate en el Mediterráneo.
La mano dura contra las personas migrantes avanza para encontrar un encaje legal y comunitario que además sirva a una extrema derecha en auge. Aunque ya hace tiempo que la política migratoria europea rema en esa dirección con acuerdos y financiación a diferentes países de corte autoritario –Libia, Marruecos, Turquía y ahora Túnez– para que controlen o bloqueen a las miles de personas que cada año zarpan desde su territorio hacia los países del sur europeo.
La política de contención y bloqueo comunitaria viene además reforzada por diferentes prácticas cada vez más agresivas contra las personas migrantes.
De hecho, Grecia es uno de los ejemplos de mayor brutalidad documentada. Su violenta política de devoluciones en caliente de migrantes, abandonados en barcas lanzadas al mar de vuelta a Turquía, ya le costó la dimisión al Mario Leggeri, expresidente de Frontex, la agencia europea de control de fronteras, en abril de 2022, cuando se supo que el organismo era conocedor de estas devoluciones que vulneran los derechos humanos, sin que hiciera nada para evitarlas.
Pero estas devoluciones sumarias, en muchos casos plagadas de agresiones y violencia explícita contra los migrantes, han seguido produciéndose sin que la Unión Europea las censure.
Estas prácticas, unidas a una férrea política de bloqueo de los solicitantes de asilo que llegan a sus islas, están llevando a los migrantes a aventurarse en rutas más largas y peligrosas para evitar su paso por el país.
El naufragio de este miércoles es un buen ejemplo. El pesquero, según las informaciones preliminares, zarpó desde la costa este de Libia con rumbo a Italia, cuando la ruta más habitual desde Libia es la de Mediterráneo Central, ahora bajo fuerte vigilancia y control de la Guardia Costera libia financiada por la UE.
En el caso del naufragio en Italia del pasado febrero, la embarcación zarpó desde las costas de Turquía, pero se aventuró durante cientos de millas hacia Italia para esquivar a las autoridades helenas.
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