GALERÍA DE FOTOS: Barahona, Perla del Sur: La inolvidable aventura de un recorrido por la zona costera desde El Cayo hasta Enriquillo.
BARAHONA.- Cámara en manos, la family, los pies en el acelerador, pendiente a los frenos y emprendemos el viaje de un sábado o un domingo, en una maravillosa aventura de recorrer nuestra zona costera, para extraer imágenes que pudieran compartirse en las redes sociales.
Las tomas iniciarían desde Playa El Cayo, Casita Blanca, Punta Inglesa y Palito Seco, enclavadas en el centro de la ciudad, que los visitantes a nuestra Perla del Sur quedan siempre anonadados ante la impresionante belleza.
Cada fin de semana son muchos los bañistas que acuden a esos lugares en familia a pasar momentos agradables y disfrutar del ambiente que se organiza en cada una de ellas.
La paradita es siempre obligatoria en un negocio en la vía hacia la zona costera, para aprovisionarse de hielo, refrescos y las bebidas del "traguito", que no puede nunca faltar en ese viaje y seguir el recorrido hacia playa Saladillas, un tesoro todavía virgen, a 5 minutos de la ciudad.
Una entrada hacia el área de playa azul, ubicada a pocos minutos de la ciudad, es oportuna para lograr imágenes impresionantes del mar, con las rocas inmersas y el fuerte oleaje.
Otra parada obligada es en la playa El Quemaíto, con sus hermosas y típicas casetas, para degustar allí moro con coco y pescados, fotografiando todo el entorno, que se engalana con las yolas de pescar ubicadas en la pleamar.
Juan Esteban, siguiendo por Bahoruco, entrando por el mismo pueblo, nos lleva hasta a la carretera que conduce a La Ciénaga, mientras nos maravillamos con la preciosa vista paisajística del entorno.
Llegando al malecón de la Ciénaga, es menester detenerse a observar el majestuoso Hotel Perla del Sur, que marcará un antes y después como destino turístico en el sur.
La impresionante vista de la playa La Ciénaga, que se besa con un río que desemboca en ella, obliga a varias tomas fotográficas, combinadas con el atractivo malecón de ese municipio.
La Ciénaga tiene una de las playas más hermosas de toda esta zona, pero la tradición de la gente es acudir a otros balnearios, dado que sus munícipes y los representantes de Turismo no han mercadeado ese atractivo para los vacacionistas y bañistas.
Cada fin de semana son muchos los bañistas que acuden a esos lugares en familia a pasar momentos agradables y disfrutar del ambiente que se organiza en cada una de ellas.
La paradita es siempre obligatoria en un negocio en la vía hacia la zona costera, para aprovisionarse de hielo, refrescos y las bebidas del "traguito", que no puede nunca faltar en ese viaje y seguir el recorrido hacia playa Saladillas, un tesoro todavía virgen, a 5 minutos de la ciudad.
Una entrada hacia el área de playa azul, ubicada a pocos minutos de la ciudad, es oportuna para lograr imágenes impresionantes del mar, con las rocas inmersas y el fuerte oleaje.
Otra parada obligada es en la playa El Quemaíto, con sus hermosas y típicas casetas, para degustar allí moro con coco y pescados, fotografiando todo el entorno, que se engalana con las yolas de pescar ubicadas en la pleamar.
Juan Esteban, siguiendo por Bahoruco, entrando por el mismo pueblo, nos lleva hasta a la carretera que conduce a La Ciénaga, mientras nos maravillamos con la preciosa vista paisajística del entorno.
Llegando al malecón de la Ciénaga, es menester detenerse a observar el majestuoso Hotel Perla del Sur, que marcará un antes y después como destino turístico en el sur.
La impresionante vista de la playa La Ciénaga, que se besa con un río que desemboca en ella, obliga a varias tomas fotográficas, combinadas con el atractivo malecón de ese municipio.
La Ciénaga tiene una de las playas más hermosas de toda esta zona, pero la tradición de la gente es acudir a otros balnearios, dado que sus munícipes y los representantes de Turismo no han mercadeado ese atractivo para los vacacionistas y bañistas.
La ruta hacia la playa-río San Rafael nos deja ver la panorámica vista de ese balneario, que impresiona a todo mortal, llevándolo a la conclusión inequívoca de que el mismo es un tesoro divino de la naturaleza.
Tras las tomas fotográficas desde el mirador de San Rafael y de otras áreas del lugar, deben proseguir la aventura hacia el balneario Los Patos, haciendo paradas en varios sitios para obtener la mejor toma fotográfica.
San Rafael es sencillamente impresionante, majestuoso desde el punto de vista paisajístico turístico, una vista sin igual que se puede tomar desde cualquier ángulo de la cámara fotográfica.
El lente puede captar desde el mirador el contraste de la montaña, el mar y la carretera, reflejando un cuadro, cual pincelada de nuestros maestros orgullo, Ramón Oviedo.
Salir de San Rafael y seguir hacia Los Patos, es dejar atrás un verdadero edén, un verso, una poesía, cual descrita por el colombiano Jorge Isaac, en su novela “María”, y su descripción del valle en donde se crió y se enamoró de la protagonista de su obra.
En Los Patos, deberán adentrarse por las calles de ese distrito municipal, observando las hermosas edificaciones, sus gentes y los negocios imperantes allí.
El recorrido también debe incluir el balneario y la bravía playa, que los bañistas nada le temen y disfrutan de sus olas en la orilla, en tanto que otros se divierten en el río, a la espera de los suculentos platos de comidas que los comerciantes lugareños preparan a los visitantes que los compran..
Luego de hacer fotos de Los Patos, deben despegar en el vehículo hacia el parador de Enriquillo, haciendo parada en algunos lugares para sacar las mejores imágenes de la cámara.
Todo el trayecto de Ojeda, Caletón, Los Blancos, rumbo a Enriquillo, nos deja una vista asombrosa de impresionante belleza en la mirada hacia el mar desde diversos espacios.
Muy pocas fotos se conocen en las redes sociales y en Google de ese trayecto desde Ojeda hacia Enriquillo. Diario Digital Barahona, Impacto Barahonero y Opinión Sur Digital se han encargado de subirlas a la Web como fuente de archivo.
Tras la llegada al parador y las imágenes escogidas para las fotos, debes poner la reversa, girar a la derecha, y de regreso a Barahona, con una selección de merengues clásicos de los años 80 puestos a sonar en el radio del vehículo, aunque moleste a los adolescentes.
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